Por PF Staff
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No importa si tienes el cabello rizado, el cabello fino, el cabello graso, el cabello seco cualquier otro tipo de cabello: algunos consejos de cuidado capilar son universales. Aunque es posible que quieras adaptar tu rutina a tu tipo de cabello, es igual o más importante conocer los aspectos básicos de su cuidado.
Lavar con agua tibia
Las duchas de agua hirviendo pueden resultar relajantes, pero si eres sincero contigo mismo, no merecen la pena. El agua casi demasiado caliente puede eliminar los aceites esenciales del cabello, dejándolo más seco y apagado. Así que, la próxima vez que entres en la ducha, ajusta la temperatura. El agua tibia es igual de eficaz para limpiarte, pero no es tan agresiva para el cabello.
Acondicionar bien
Lo más probable es que ya sepas que debes utilizar acondicionador, pero ¿estás seguro de que lo usas correctamente? Piensa en dónde tiende a engrasarse primero tu cabello -típicamente las raíces- y úsalo como recordatorio de que el acondicionador solo debe aplicarse en ciertas secciones de tu cabello. No lo apliques cerca de las raíces y aplica el acondicionador de medios a puntas. Acondicionar en las raíces puede acabar haciendo pesado el cabello.
Shampoo en el cuero cabelludo
A diferencia del acondicionador, que debe centrarse en los largos y las puntas del cabello, el shampoo debe concentrarse en el cuero cabelludo, según la Academia Americana de Dermatología (AAD). Lavar solo los largos y las puntas del cabello puede despojarlo de su humedad y hacer que se vuelva opaco, apagado y seco.
Enjuágalo a conciencia
Ya estás casi listo para salir de la ducha, y eso significa enjuagar cualquier resto de producto. Asegúrate de lavarlo todo a conciencia, ya que el producto sobrante puede dejar incrustaciones.
No te seques con la toalla
Una toalla parece totalmente la forma obvia de eliminar el exceso de agua y empezar a secar el cabello después de la ducha, pero puede que no sea lo mejor. ¿Uno de nuestros mejores consejos para el cabello? Exprime el exceso de agua y sécate con una camiseta vieja de algodón, que es más suave que una toalla.
Evita secadoras
A todos nos encanta cómo queda el cabello después de un peinado con secador o de peinado con calor, pero el exceso de calor puede hacer estragos en el cabello. Aunque no esperamos que te deshagas por completo de tus herramientas térmicas, es imprescindible que hagas un pequeño ajuste cuando utilices el calor para peinarte. Cada vez, deberías aplicar primero un producto protector. Rocía un protector térmico antes de secarte, alisarte o rizarte el cabello, que es uno de nuestros consejos capilares más importantes.
Secar con cepillo
Secarse el cabello con secador puede que no sea la habilidad más fácil de dominar (eso seguro), pero puede que tengas más éxito si añades un cepillo redondo a la mezcla. Cepilla el cabello en la misma dirección en la que lo estás secando y utiliza el cepillo para alisarlo y conseguir resultados más suaves. De paso, procura pasar el secador de la raíz a las puntas, y no al revés, para evitar el frizz.
Alisa y riza el cabello seco
Piensa en lo que ocurre cuando echas agua en una sartén caliente y luego piensa si quieres que le ocurra lo mismo a tu cabello. Creemos que no. Es por eso que nunca quieres usar un rizador o plancha de cabello cuando tu cabello está mojado o incluso un poco húmedo. Merece la pena esperar a que el cabello se seque por completo, ya sea al aire o con el secador.
Cambia la raya de lado
A veces, los consejos más sencillos para el cuidado del cabello tienen un gran impacto. Todo lo que necesitas para darle a tu cabello un aspecto más voluminoso es cambiar la raya. Cambia al lado opuesto y notarás al instante que tus raíces tienen más elevación.
Descansa las colas de caballo
Las colas de caballo son un clásico por una razón. Vamos, piensa en lo cómodo que es poder barrerte todo el cabello de la cara. Aun así, eso no significa que sean adecuadas el 100 % de las veces. Recogerse el cabello todos los días puede sobrecargarlo innecesariamente. Intenta llevar el cabello suelto más a menudo, hazte colas de caballo más bajas y sueltas y utiliza ligas de cabello más suaves que no te aprieten.