Por Oscar Zepeda
Estamos a unos minutos de ver al Tri calificar al mundial, pese a los malos resultados y pésimo nivel de juego que ha mostrado el equipo mexicano, claro los equipos, con excepción de Canadá y Estados Unidos, atraviesan por una crisis muy fuerte en tema de balompié.
Pero resulta que ese mal juego que hemos visto, principalmente en casa, o sea, en el estadio Azteca, es debido a que a los jugadores que participan en Europa les afecta la altura de la Ciudad de México, según las palabras filosóficas y llenas de conocimiento del Chuky Lozano.
Ahora resulta que nunca han jugado en la capital mexicana y no saben lo que significa comer nopales en chile de colorado con tortillas de maíz.
Ni Hugo Sánchez o Rafa Márquez, cuando militaban en el Real Madrid o Barcelona, respectivamente, y que dejaron una huella difícil de seguir por los actuales jugadores que juegan en el viejo continente, han sacado estas excusas tan ridículas como lo dicho por Lozano.
A leguas se nota que les afecta más la altura de las ligas europeas que en la capital chilanga y que me lleva a utilizar la lógica para aplicar el término egoísmo en toda la extensión de la palabra.
Si el Chuky, en este caso y los otros jugadores que coinciden con él, sienten que no la libran para meter goles, pues es lo único que tienen qué hacer, por qué no les ceden el lugar a jugadores locales acostumbrados a jugar en la liga mexicana y sin problemas para correr los 90 minutos en el Azteca.
Prefieren regarla, dar un espectáculo mediocre, hacerse acreedores al famoso “eeeeh putooooo”, tener al equipo pendiente de un hilo para calificar, que ser honestos y profesionales con ellos mismos para darle el lugar a quienes sí están en forma.
No cabe duda que la fama se les sube a la cabeza y se olvidan del verdadero significado de portar la playera nacional, pues para ellos es mucho más importante el bienestar personal que el colectivo.
Y sin duda, el nivel de juego que tienen no les alcanzará para llegar muy lejos en el Mundial de Catar, y lo saben, es lo peor del caso, pero lo importante es la proyección que ofrece esta competencia, aunque no tengan para competir, que hacerse a un lado y dejar el puesto a alguien que sí compita.
Y hablando de futbol, todo hace suponer que viene algo muy interesante para los niños de North Chicago en asunto de balompié, un proyecto se cocina a fuego lento que traerá grandes beneficios no solo para los chiquitines y no tan chiquitines, sino para la comunidad entera.
Ya les daremos los detalles la próxima semana una vez que se termine de cocinar el proyecto, pero si usted tiene niños en edad de Prekínder a Secundaria (Middle School) y, obvio, vive en North Chicago, no se desconecte porque le daremos buenas noticias.
Hasta la próxima y que tengan un excelente fin de semana.