Empecemos por lo importante: no hay Acción de Gracias sin pavo, o sin una versión vegetariana. Es el plato principal alrededor del que gira todo el menú, el que requiere una mayor preparación y los máximos cuidados, ya que a pesar de su sencillez puede ser fácil estropearlo.
Es un ave muy grande, perfecto para saciar los apetitos de las grandes familias y del que siempre, siempre sobra carne. De hecho, las sobras de pavo son otro manjar con el que sueñan muchos americanos, ideal para bocadillos y otros platos.
Gravy o salsa
Hay que admitir que la carne de pavo es un poco seca, por mucho que seamos los reyes del asado y lo embadurnemos bien de mantequilla, aceite o caldo. Comérselo solo es impensable en una buena cena de Acción de Gracias, y es que la salsa o gravy juega un papel fundamental. Es otro de esos componentes imprescindibles del menú para el que cada familia guarda su secreto. Aunque parece que en los últimos años mucha gente prefiere ir a lo seguro comprando la salsa directamente en tarro.
Salsa de arándanos
Terminamos la trilogía básica del menú de Acción de Gracias con el otro aderezo imprescindible, la famosa salsa de arándanos o cranberry sauce.
Los cranberries son muy típicos en Estados Unidos durante el otoño. Así que podemos ir a lo más fácil y servir nuestro pavo con mermelada o compota, de arándanos rojos o algún equivalente: grosellas, frambuesas, arándanos azules, moras.
Stuffing o relleno
En este plato del pavo sí que hay muchas variaciones según el toque especial de cada familia, aunque la base son cubos o migas gruesas de pan, normalmente de maíz o una hogaza rústica, con tocino, salchicha, frutos secos o fruta, queso, alguna verdura.
Crema de verduras
Las verduras más usadas para preparar en crema en esta fiesta con la coliflor, el brócoli y, cómo no, la calabaza. Yo recomiendo optar por la primera en una receta que no sume demasiadas calorías, utilizando todo el potencial cremoso natural de la misma coliflor. Y es preferible servirla en porciones pequeñas, que por muy ligeras que sean, las cremas de verduras son saciantes.
Puré de papas
Dudo que haya alguna mesa de Acción de Gracias que no incluya el puré de papas. Un plato sencillo -en apariencia, al menos-, humilde y muy básico, pero reconfortante y delicioso.
Judías verdes
Cuando el horno tiene demasiado trabajo también es una buena opción preparar las judías verdes salteadas para no complicarse más la vida. Una buena receta es la de judías verdes con pomelo y frutos secos, con un toque festivo diferente y rápida de preparar.
El dulce final: la tarta o pie
¿Qué se puede hacer después de un menú completísimo lleno de platos diferentes? Tomar postre, por supuesto. Y en Acción de Gracias el dulce obligatorio es la tarta tipo pie, genuinamente americana.