Por Oscar Zepeda
Está más que confirmado que tenemos al enemigo en casa, según lo recalcan las autoridades sanitarias de nuestro bello condado de Lake.
La variante de Covid-19 Delta está causando un rebrote, que por cierto ya lo publicamos en portada la semana pasada, pero que ahora, y a pocos días de iniciar el ansiado regreso a la escuela, el Departamento de Salud insiste en que nos protejamos de esta cepa que se propaga con mayor facilidad.
Y sepa quién la trae, mis queridos tres o cuatro lectores, pero los reportes de salubridad indican que los contagios van al alza, como en la bolsa de valores, y ahora, la recomendación es que, si está vacunado, hay que seguir con las medidas preventivas que ya conocemos.
Pero, mientras eso dice el Departamento de Salud, en la calle es otro rollo, la realidad es que no sé quién escuchará estas recomendaciones porque la gente entra y sale de los lugares públicos sin cobrebocas, van al baño y no se lavan las manos (esto en restaurantes y tiendas) participan en pachangones, eventos sociales y párele de contar.
Y mi capacidad intelectual de deducción me indica que, si hay una persona contagiada, pues puede contagiar a otra, principalmente aquella que no esté vacunada.
Luego “intoncis Oscar”, como me dice un buen amigo de Guanajuato, por qué retamos a la biología si sabemos que nos va como en feria cuando traemos el contagio en cima.
En fin, hasta ahí llega mi capacidad de comprensión cuando veo lo que pasa a mi alrededor y no seguimos las medidas de prevención, en las que, por cierto, yo si me lavo las manos después de ir al baño, y por supuesto, antes de comer.
Cambiando de tema, parece que les jalaron las orejas a los jugadores del Tri luego de la pésima actuación ante Trinidad y Tobago, pues le ganó 3-0 a Guatemala, muy apenas 1-0 a El Salvador y 3-0 a Honduras.
Ahora va a la semifinal contra Canadá, un rival, que comparado con la platilla millonaria del equipo mexicano, es a modo para ganarle sin problemas y verse las caras con Estados Unidos o Catar, el equipo árabe del que no hemos hablado pero que viene con mejor nivel que muchos en este torneo de la Copa Oro.
Y por ahí uno de mis tres o cuatro lectores, tras leer mi editorial del “eeeeh puuu”, me sugirió que aporreara las teclas y hablara sobre FIFA, y Catar, país anfitrión de la próxima copa del mundo.
FIFA castiga una forma de diversión de los mexicanos, que está muy lejos de un acto homofóbico o discriminatorio, aunque, sí es de mala educación, mientras que, por el otro lado, permite un mundial en un país donde las mujeres siguen siendo sometidas y abusadas, por ejemplo, las mujeres violadas son condenadas por adulterio. Lo bueno es que ya las dejan manejar.
Un mundial de futbol no hará que sus leyes cambien, mucho menos su forma de vida, ni evitará que estos aterradores actos se sigan cometiendo por las mismas autoridades.
Por lo pronto, el Tri ya tiene a sus argentinos salvadores, en la delantera a Funes Mori y en la dirección al Tata Martino.
Hasta la próxima y que tenga un excelente fin de semana.