Hablando de educación
Telegrama rural
El Presidente Municipal de una población costera rural recibe un telegrama urgente que dice:
Sr. Presidente Municipal:
-‘Se ha detectado movimiento telúrico trepidatorio en su zona.
urge localizar epicentro e informar sobre comportamiento de la flora y la fauna. Ojo pudieran recibir tsunami’.
Después de varias semanas llega la respuesta del Presidente Municipal a la capital del estado en otro telegrama que dice:
-Episentro jue localisado y arrestado.
-esta confeso y preso, en cuanto aiga ordenes superiores prosederemos.
-Telurico, muerto de 3 plomasos en el lugar de los echos. (ya le traiban ganas).
-Trepidatorio y otros 15 cabriones se dieron a la fuga, pero los seguimos de sercas…
-A la Flora y a la Fauna las corrimos del pueblo por etarias.
-Respeito al mentao surimi mejor no nos lo manden, preferimos comer guachinangos frescos, pero gracias de todos modos.
P.D. ¡No avíanos podido informar antes porque uvo un temblor de la fregada y se salio el mar pa juera y nos inundamos toditos!
Otro de educación
Un padre muy enojado le dice a su hijo:
-Si repruebas el examen de mañana olvídate que soy tu padre.
Al día siguiente el padre le pregunta al hijo:
-Hijo, ¿cómo te fue en el examen?
Y el hijo le responde…
- ¿Y tú… quién eres?
Fuga perfecta
Dos locos planean la fuga del manicomio, uno le dice al otro:
-Si la pared es baja la saltamos, si es alta cavamos un hoyo, ¿Entendido?
-Sí, puedes ir primero.
Pasadas tres horas regresa el loco y dice:
-No podemos escapar.
- ¿Por qué?
- ¡Porque no hay pared!
Honestidad en la política
Hillary Clinton después de fallecer fue al cielo y se encontró con San Pedro, y muy curiosa viendo los relojes en la pared le preguntó:
- ¿Para qué son todos esos relojes, Peter?
Y él le contestó:
-Pues verás, cada uno de ellos es una persona que vivió en la tierra y cada vuelta de las manecillas son las mentiras que pronunció en su vida, por ejemplo:
¿Ves ese de allá?
-Sí, contesta ella.
-Pues, ese le perteneció a Abraham Lincoln y sólo dio una vuelta, eso quiere decir que pronunció una mentira en su vida. - ¿Y aquel que está allá? ¿De quién es?, pregunta Hillary.
Y San Pedro le contesta:
-Ese fue de Teresa de Calcuta y nunca dio una sola vuelta.
Entonces, muy entusiasmada Hillary pregunta:
-Y por casualidad, ¿No has visto el de mi esposo, Bill Clinton?
-Sí, contesta San Pedro, ese lo tiene Jesús en su oficina como abanico.