Por Sandra Gómez/Master en Psicología
¿Eres uno de los que dice que se siente “gordo” y que el lunes empieza una dieta? Muchas personas, especialmente las mujeres, están hablando de su sobrepeso. Generalmente estas personas están pesándose, ensayando dietas o llevando estrictos regímenes de comidas, sin lograr obtener el peso que desean.
La psiquiatra francesa, Stephene Clerget, en su libro Sobrepeso Emocional, habla de cómo usualmente el sobrepeso está más asociado a las emociones.
En nuestro cerebro está la imagen que tenemos de nuestro propio cuerpo. Esta imagen se forma en los primeros años de vida y se puede transformar lentamente en la adultez. Lo ideal es que la imagen que tengamos en la mente sea igual a la imagen real del cuerpo.
En los casos de enfermedades como la anorexia, en el que la persona cree estar muy gorda y quiere perder peso, pero en realidad su cuerpo está tan delgado que hasta pone en riesgo su vida, la imagen que tiene en su cerebro no corresponde a la imagen de su cuerpo real y tenemos que resaltar tres aspectos.
La imagen del cuerpo
Ésta se forma en los primeros años de vida, por lo que es necesario que esté atento a la manera de llamar a sus hijos. Muchas veces, por cariño, se llama a los niños “Mi gordito”, lo cual puede generar que el niño se identifique como un niño gordo, y eso influya para un sobrepeso actual o futuro.
La memoria de los kilos
En la adultez, tenemos una imagen de nuestro cuerpo almacenada en el cerebro. Esta imagen se puede transformar, pero debe hacerse lentamente. Por no proceder así, muchas personas que se someten a cirugía para quitarse peso, en unos cinco años tienen el mismo peso, o más del que tenían. Como el cambio se dio tan rápido, y probablemente la persona no cambió sus hábitos de alimentación, inconscientemente el cuerpo vuelve a su antiguo peso.
Comedor emocional
La mayoría de sobrepeso es más emocional, que genético o de trastornos médico. Primero, debes identificar si comes por razones sociales, emocionales o si lo haces por hambre.
El comedor social, es el que usualmente está comiendo durante toda la fiesta o reunión social.
El comedor emocional, es el que come para no sentir las emociones.
El que come por hambre, come cuando su organismo necesita alimentarse.
Lo ideal es que solamente comas cuando tengas hambre. Si ocasionalmente comes alguna porción extra, porque estás en un evento social, no te excedas. Definitivamente lo ideal es que no seas un comedor emocional.
Durante esta semana cuando estés comiendo pregúntate: ¿Por qué lo hago? ¿Qué me motiva para estar comiendo en ese momento? ¿El tamaño de mi estómago corresponde a la porción que me serví?
Posiblemente notarás que usualmente te sirves más de lo que tu estómago necesita.
Si identificas que eres un comedor emocional, te recomiendo leer el libro: Sobrepeso Emocional.
Me puedes contactar al 224-381-5751 o Sandra@awakenculture.net