Ha terminado oficialmente la emergencia nacional de salud pública de la COVID-19.
Por PF Staff
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Ahora que ha terminado oficialmente la emergencia nacional de salud pública de la COVID-19, los expertos médicos dicen que es momento de abordar los desafíos de salud que pueden haberse descuidado durante la pandemia o que hayan sido creados por ella.
“En este momento es esencial apartar tiempo para usted y la atención médica preventiva de su familia, e invertir en su salud mental”, dice el Dr. Jack Resneck Jr, presidente de la American Medical Association (AMA). “A medida que uno se instala en las viejas rutinas o encuentra otras nuevas, puede sentirse abrumado, ansioso, asustado o deprimido. Debe darse permiso para expresar estas emociones, mientras toma medidas para recibir la atención necesaria”.
Manténgase conectado
Según el Cirujano General de los EE.UU., las consecuencias del aislamiento para la salud incluyen un aumento de 29% del riesgo de enfermedad cardíaca, un aumento de 32% del riesgo de accidente cerebrovascular y un aumento de 50% del riesgo de desarrollar demencia en adultos mayores. Pasar tiempo con los seres queridos, amigos o grupos comunitarios puede tener rápidamente un efecto positivo en la salud mental y física.
Practique el autocuidado
Hacer ejercicio regularmente, practicar la gratitud y dormir lo suficiente son formas de autocuidado que pueden mejorar la salud mental. Consulte los recursos del Instituto Nacional de Salud Mental, que contienen ideas para comprender mejor la causa de sus síntomas y las técnicas de afrontamiento que podrían ayudarle a controlar su salud mental.
Conozca las señales
Los sentimientos de desesperanza o irritabilidad, la pérdida de interés en pasatiempos y actividades, y la disminución de la energía o el apetito, pueden ser señales de depresión. Si experimenta signos de una afección de salud mental, hable con su médico de atención primaria o un psiquiatra. Es bueno que esté consciente de la línea de vida 988 de Suicidio y Crisis, una línea directa nacional disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Cualquier persona que experimente una crisis suicida, de uso de sustancias o de salud mental puede llamar o enviar un mensaje de texto al 988 para hablar con consejeros de crisis capacitados.
Hágase la prueba
Se calcula que desde abril de 2020, debido a interrupciones de atención relacionadas con la pandemia, es posible que se hayan omitido 3.9 millones de diagnósticos de cáncer de mama, 3.8 millones de cáncer colorrectal y 1.6 millones de cáncer de próstata. Si tiene previsto recibir atención preventiva, análisis o exámenes de detección, haga una cita.
No espere
Se calcula que 41% de los adultos con una o más afecciones crónicas de salud informaron de que retrasaron u omitieron su atención médica desde que comenzó la pandemia. Además, uno de cada tres de esos adultos informó de que hacerlo empeoró una o más de sus condiciones de salud o limitó su capacidad para trabajar o realizar otras actividades diarias. Ya sea que tenga un trastorno de salud crónico o no, no espere hasta que algo esté mal para ver a un médico. Si algo se siente mal, programe una cita lo antes posible.
Vacúnese
Las vacunas para adolescentes y adultos disminuyeron drásticamente durante la pandemia y se calcula que se omitieron 26 millones de vacunas recomendadas en 2020 en comparación con 2019. Asegúrese de que su familia esté al día con las vacunas, incluida la anual contra la gripe y la vacuna bivalente contra la COVID-19 para todas las personas mayores de 6 meses. Su médico puede informarle si debe recibir un refuerzo para la COVID. Si tiene preguntas, consulte a su médico y a recursos confiables, entre ellos getvaccineanswers.org.
Conozca sus números
Haga un seguimiento de datos de salud tales como la estatura, el peso, el índice de masa corporal y la presión arterial a fin de compartir las tendencias con su médico y tomar medidas si es necesario. Visite ManageYourBP.org a fin de comprender qué significan sus cifras de presión arterial y cómo controlar la misma. La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, afecta a millones de estadounidenses y puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. (StatePoint)