1 de cada 5 personas necesita más hierro para funcionar correctamente, desde adultos mayores hasta bebés.
Por PF Staff
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El Año Nuevo está aquí una vez más, una época en la que casi todo el mundo promete hacerlo mejor, ser mejor y sentirse mejor. Cualquiera que busque mejorar espectacular y fácilmente su salud y bienestar general haría bien en considerar agregar un suplemento de hierro a su dieta.

Un problema común
Aunque pocas personas piensan alguna vez en su ingesta de hierro, asumiendo que comer suficientes verduras de hojas verdes o tomar un multivitamínico será suficiente, la deficiencia de hierro es el déficit nutricional más común a nivel mundial, incluso en los Estados Unidos, donde se estima que 1 de cada 5 personas necesita más hierro para funcionar correctamente. Esto es válido en todos los rangos de edad y condiciones físicas, desde personas mayores hasta bebés y atletas de alto rendimiento, pero este es el caso más notable de las mujeres en edad fértil.

Niveles de hierro
Sin suficiente hierro, el cuerpo no puede producir suficiente hemoglobina, la sustancia de los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno a los tejidos y órganos, lo que puede afectar a casi todos los sistemas del cuerpo e incluso provocar la muerte en casos de anemia extrema. La deficiencia de hierro también puede exacerbar muchas afecciones de salud, especialmente problemas cardíacos, pulmonares y circulatorios, y desempeña un papel fundamental en afecciones como el síndrome de piernas inquietas, ADD/ADHD, enfermedad celíaca y enfermedad de Crohn.

Dicho esto, los síntomas de una deficiencia de hierro menos grave pueden ser más difíciles de identificar. Incluyen:

• Cansancio o letargo
• Debilidad
• Latidos cardíacos irregulares o dificultad para respirar
• Dolor de cabeza, mareos, aturdimiento
• Antojos inusuales de comida y cambios en el apetito.
• Problemas de apariencia como cabello fino, palidez, ojeras o uñas quebradizas
• Problemas de comportamiento como excitabilidad, incapacidad para concentrarse o irritabilidad, especialmente en niños

Elegir sabiamente
Agregar un suplemento de hierro es una manera fácil de abordar una serie de problemas urgentes, pero el comprador debe tener cuidado: no todos los suplementos de hierro son iguales. Incluso aquellos que saben que necesitan hierro pueden no tomar suplementos porque tienen notoria mal sabor y pueden causar malestar gastrointestinal significativo, esencialmente cambiando un problema por otro. El mercado de suplementos tampoco está en gran medida regulado, lo que hace que muchas empresas produzcan productos inferiores o hagan afirmaciones sin fundamento sobre la eficacia de sus productos.
Entonces, ¿cómo puedes encontrar el mejor suplemento para ti y tu familia? La respuesta corta es ignorar las exageraciones del marketing y confiar en la medicina. Siga los consejos de sus médicos y busque un suplemento de hierro que haya demostrado clínicamente que es seguro, eficaz y bien tolerado en todos los grupos de edad.

Consider Adding an Iron Supplement
New Year’s is upon us once again, a time when nearly everyone vows to do better, be better and feel better. Anyone looking to dramatically and easily improve their overall health and wellness would be wise to consider adding an iron supplement to their diet.

A common problem
Although few people ever think about their iron intake, assuming eating enough leafy greens or taking a multivitamin will suffice, iron deficiency is the most common nutritional shortfall globally, including in the United States, where it is estimated that 1 in 5 people need more iron to function properly. This holds true across all age ranges and physical conditions, from senior citizens to infants to performance athletes, but most notably this is the case for women of childbearing age.

Why your iron levels matter
Without sufficient iron, the body cannot produce enough hemoglobin – the substance in red blood cells that enables them to carry oxygen to tissues and organs, which can impact nearly every system in the body, even leading to death in the cases of extreme anemia. Iron deficiency can also exacerbate many health conditions, especially cardiac, pulmonary and circulatory problems, and it plays a critical role in conditions like restless leg syndrome, ADD/ADHD, celiac disease, and Crohn’s disease.

That said, the symptoms of less severe iron deficiency can be harder to pinpoint. They include:

• Tiredness or lethargy
• Weakness
• Irregular heartbeat or shortness of breath
• Headache, dizziness, lightheadedness
• Unusual food cravings and appetite changes
• Appearance issues like thinning hair, pallor, dark circles, or brittle nails
• Behavioral issues like excitability, inability to focus, or irritability, especially in children

Choose wisely
Adding an iron supplement is an easy way to address a host of pressing issues, but buyer beware – not all iron supplements are created equal. Even those who know they need iron may not take supplements because they are notoriously bad-tasting and can cause significant gastrointestinal distress, essentially trading one problem for another. The supplement market is also largely unregulated, resulting in many companies producing inferior products or making unsubstantiated claims about the effectiveness of their products.
So how can you find the best supplement for you and your family? The short answer is to ignore the marketing hype and trust medicine. Follow your doctors’ advice and look for an iron supplement that has been clinically proven to be safe, effective and well-tolerated in all age groups. (StatePoint)