Por Emmanuel Velázquez Meditar en la Pasión de Cristo nos lleva a reflexionar y agradecer el gran amor que el Dios eterno ha tenido para con nosotros. En esta ocasión, analizaremos los eventos ocurridos en aquella Semana de la Pasión que tuvieron lugar hace ya más de 2000 años. Domingo de Ramos Ocurre la Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén en un ambiente de alabanzas de las gentes de la ciudad, quienes con ramas de árboles tirándolas a su paso gritaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor”! La humildad de Cristo fue la virtud resaltada en este gran acontecimiento "Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, sobre un pollino” Que importante es imitar esta virtud del Maestro. Lunes de Autoridad "Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones." Cuan necesario es evitar el lucro de la fe, Cristo sanciona el comercio y la ganancia deshonesta efectuada en el nombre de Dios y demanda una reverencia en los santuarios dedicados a la oración. Martes de Controversia Jesús discute con los líderes religiosos de la época sobre el pago de impuestos al gobierno y destacó aquella frase célebre que perdura hasta hoy: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" Nuestras responsabilidades con la sociedad y con la fe no han de interponerse, sino que han de complementarse. Miércoles de Retiro Las Santas Escrituras guardan silencio sobre la actividad de Jesús en este día. Los comentaristas consideran que estuvo en la aldea de Betania con sus amigos Martha, María y Lázaro. Es confortante pasar un buen tiempo con los amigos y retirarse un poco la rutina cotidiana. Jueves de Comunión Jesús establece a sus discípulos la Santa Cena o la Cena de la Comunión, con dos elementos visibles, pan simbolizando su cuerpo y el vino representando su sangre que sería derramada para salvación del género humano. Hoy, nosotros al participar de la Comunión comiendo el pan y bebiendo el vino, anunciamos su muerte y resurrección hasta que él venga otra vez a la Tierra en gloria. Viernes de Crucifixión Después de ser enjuiciado como un revolucionario y ser acusado falsamente de blasfemia ante las autoridades religiosas, Jesús es condenado por el gobernador Poncio Pilato a morir crucificado en el monte Calvario, es ahí donde él culmina su obra de redención ofreciendo su vida para el perdón de los pecados y establecer una relación entre el creyente y su Padre Celestial a través de su sangre bendita. Sábado de Sepulcro Una vez concluida su obra, Jesús descansa en el sepulcro. Tú y yo también podemos descansar de los afanes de la vida en Cristo y encontrar en él nuestro reposo. Domingo de Resurrección Jesús abandona la tumba siendo resucitado por el poder del Altísimo, y así, la resurrección se convierte en el corazón del Evangelio. Por su resurrección está garantizada la vida eterna de todo aquel que crea en él, pues si él vive, nosotros también viviremos. Estos importantes hechos tuvieron lugar en Jerusalén, donde el Hijo de Dios ofrendó su vida para reconciliarnos con el Padre Celestial, pues por causa de nuestros pecados existía una separación entre nosotros y Dios, sin embargo, el sacrificio ya fue realizado “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”.