Algunas familias sufren para alimentar a sus hijos en la temporada invernal.
Por José Zambrano
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Waukegan, IL.- “Seguimos en la lucha contra AllStaff”, aseguraron dos extrabajadores de la compañía AllStaff, ubicada en la vecina ciudad de Gurnee, que fueron despedidos en el mes de septiembre después de muchos años de arduo trabajo,
Los inconformes expresaron sus experiencias a su periódico Puro Futbol y aseguraron que actualmente han conseguido trabajos donde solamente laboran 2 o 3 días a la semana y no olvidan las trabajosas labores que desempeñaban y la ingratitud de la compañía.
Socorro Barradas
Oriundo de la tierra jarocha denominada Alto Tío Diego, Veracruz, tierra tropical de mucha riqueza natural, donde se produce el café, caña de azúcar, limón, naranja.
“Llegué hace 16 años a este país, me vine con la idea de hacer algo en mi país, pero aquí trabaja uno mucho y hacemos lo que no hacíamos allá, a veces apenas le alcanza a uno solamente para pagar los servicios, la renta y la comida.
Por 10 años trabajé para la compañía MVP sin perder un solo día de trabajo, ahí me desempeñé como empacador, un trabajo muy ocupado y muy rápido donde se le maltratan a uno mucho los dedos y las unas.
Un día que era año nuevo le regalaron tarjetas a los buenos trabajadores, eran tarjetas de 25 dólares y me di cuenta que el supervisor le daba las tarjetas a mujeres que se llevaban bien con él, a ese hombre le reclamé su mala actitud y tiempo después me di cuenta que lo corrieron por muchas quejas de acoso sexual.
Trabajé ahí el segundo turno de las 3:00 a las 11:00 pm y muy seguido hasta las 3:00 de la mañana, muchas veces trabajábamos desde las 8, 10 y 12 horas de trabajo. Siempre trabajábamos los sábados.
Recuerdo que el día que nos corrieron, nunca nos van a agradecer todo nuestro esfuerzo que pusimos en todo lo que hacíamos, empecé ganando a 10.50 por hora y las últimas semanas a 12por hora, es decir, 2 semanas antes de que nos corrieran.
Recuerdo que una vez descubrí que a otros trabajadores que hacían el mismo trabajo que yo, les pagaban más que a mí, entonces reclamé pero no me quisieron aumentar, a ellos les pagaban lo extra con otro cheque y veía cuando les daban su sobre pero a mí no me quisieron aumentar.
El día que nos dijeron que el trabajo se iba acabar, nos dijeron que consiguiéramos otra tarjeta de seguro social y nos iban a dar trabajo, que fuéramos a aplicar con otros papeles, fuimos a la oficina pero nunca nos volvieron a llamar, ni contestaban el teléfono, nos dijeron que íbamos a seguir trabajando pero no fue así, pero nos demostraron que no les importó.
Ese era un trabajo seguro y nuestra vida se tornó muy triste, porque allí trabajábamos hasta los sábados, estaba bien seguro ese trabajo.
Necesitamos ejercer más presión en nuestras protestas, es una etapa más dura, tenemos que presionar, este tipo de problemas se gana con mucha presión, el abogado que nos representa debe presionarlos para que se ganen las cosas”.
María Cervantes
Proveniente de Morelia, Michoacán, “yo soy nacida en el lugar donde están los arcos de la ciudad, primero vine con una visa por un año, yo trabajaba en el ayuntamiento de Morelia, vine a este país y estuve un tiempo, tengo 2 hijos, después fui a relaciones exteriores y me dieron un visa por 10 años, renuncié a mi trabajo y me vine a este país.
Trabajé para AllStaff por 16 años, y aquí seguimos sufriendo, con los ánimos por los suelos, hemos pasado por muchas cosas tan tristes, muchas cosas que nos ha hecho la gente de nuestra propia raza, eso es lo que más duele.
En AllStaff trabajé el segundo turno, desde las 2:45 hasta las 10:45 pm y muchísimas veces hasta las 3:00 am. Trabajábamos hasta 60 horas por semana, trabajando 10 horas diarias, fue mucha tristeza porque nos sacaron del trabajo como a los animales, a nosotros nunca nos descansaban, sentimos mucha frustración porque luego pasamos varios meses sin trabajo regular, imagínese desde septiembre hasta febrero, sentimos mucha discriminación con lo que nos hicieron.
Un miércoles a todos los empleados nos llamaron, era el 26 de septiembre, nos llamaron a uno por uno, recuerdo que ese día después de ponchar (checar tarjeta de entrada) entramos a trabajar hasta nuestras líneas, entonces el supervisor nos dijo que fuéramos a la oficina, entonces nos dijeron que en una audiencia practicada en el mes de marzo encontraron que nuestros papeles no eran buenos, luego nos dijeron que aprovecháramos el viernes para sacar otros papeles, otro seguro social.
Recuerdo que fuimos el viernes a aplicar otra vez a la oficina, éramos buenos trabajadores, fuimos a aplicar por el trabajo otra vez pero ya no nos hicieron caso.
Nos hemos dado cuenta que la fábrica se vino abajo, ahora tienen trabajando a afroamericanos, y a nosotros nunca nos volvieron a llamar. Se trató de pura discriminación, estamos mal, traumados, hay gente que tiene hijos pequeños y sin trabajo no tienen con que llevarles comida, ellos están pasando una situación más difícil, es muy duro”.