Impacto del racismo en la salud y economía

Líderes declararon que el racismo como una crisis de salud pública. /Foto: Cortesía StatePoint

Por PF Staff
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En el verano de 2020, cuando los llamados a la justicia racial y los impactos desproporcionados del COVID-19 estaban en exhibición, algunos especularon que el país parecía estar en un punto de inflexión para reconocer cuánto afecta el racismo la salud y el bienestar económico de las personas.
Sin embargo, una nueva encuesta nacional de la corporación RAND sin fines de lucro revela que a pesar de la protesta pública y la creciente evidencia de que el racismo y la pandemia están contribuyendo a las disparidades entre las personas de color y las personas blancas, el reconocimiento público de las desigualdades raciales y los impactos de la discriminación sistémica el racismo se está desvaneciendo. De hecho, en julio de 2020, el 61,1 % de los encuestados estuvo de acuerdo en que las personas de color enfrentan un mayor impacto del COVID-19 en la salud que las personas blancas, y el 57.5 % estuvo de acuerdo en que enfrentan un mayor impacto financiero. Más de un año después, estas cifras se han reducido al 52.7 % y al 50.3 %, respectivamente.
Los datos sugieren que no ha habido un cambio sísmico o un cambio duradero en la percepción.
“Realizamos esta encuesta porque queríamos ver si vivir una pandemia global única en un siglo estimularía un cambio en las perspectivas y actitudes profundamente arraigadas en torno a la salud, el racismo sistémico y la equidad”, dijo Anita Chandra, vicepresidenta e investigador sénior de políticas en RAND Corporation. “Descubrimos que las opiniones sobre la raza y el racismo parecen estar extremadamente arraigadas. En el futuro, las políticas y acciones que buscan abordar estos problemas deben tener en cuenta dónde está el público y qué debe suceder para que estos sentimientos evolucionen”.
Mientras los legisladores de todo el país se reúnen para abordar la pandemia y establecer sus prioridades para 2022, los investigadores dicen que estos hallazgos deben ser una prioridad mientras trabajan para lograr cambios. La buena noticia es que, de las mismas personas encuestadas sobre sus puntos de vista sobre la raza y la salud, la mayoría ve la pandemia como un momento de cambio positivo.

Cambios esperados
• mejorar el acceso a la atención de la salud (25.3 %),
• priorizar la ciencia en las decisiones políticas (11.7 %),
• proteger nuestra libertad (11.1 %), y
• aumentar la flexibilidad en la forma en que todos trabajamos (10,9%), entre otros.

Inspiración legislativa
Y los legisladores a menudo pueden buscar inspiración en sus propios patios traseros. Se está haciendo mucho trabajo a nivel comunitario para deshacer los impactos del racismo y reconstruir una sociedad más equitativa de la que vale la pena reconocer y aprender.
Por ejemplo, en los últimos años, más de 200 ciudades, condados y líderes declararon el racismo como una crisis de salud pública. Los investigadores dicen que este es un paso importante que puede conducir a esfuerzos para un cambio real y duradero centrado en la equidad. Ya estamos viendo cómo se desarrolla esto en algunos entornos, desde las legislaturas estatales hasta los ayuntamientos, donde la equidad en salud está impulsando las decisiones de política.
Con más de dos tercios de los encuestados que creen que la pandemia presenta un momento para un cambio positivo, los investigadores dicen que, si bien hay trabajo por hacer, también hay razones para tener esperanza.

Impact of Racism on Health and Economy
In the summer of 2020 when calls for racial justice and the disproportionate impacts of COVID-19 were on full display, some speculated that the country seemed to be at a turning point for acknowledging how much racism affects people’s health and economic well-being.
However, a new national survey from the non-profit RAND Corporation reveals that despite the public outcry and mounting evidence that racism and the pandemic are contributing to disparities between people of color and White people, the public’s recognition of racial inequities and the impacts of systemic racism is fading. Indeed, in July 2020, 61.1% of respondents agreed that people of color face more of the health impact of COVID-19 than White people, and 57.5% agreed that they face more of the financial impact. More than a year later, these numbers have dropped to 52.7% and 50.3%, respectively.
The data suggest that there has not been a seismic shift or enduring change in perception.
“We conducted this survey because we wanted to see whether living through a once-in-a-century global pandemic would spur a shift in deep-seated perspectives and attitudes around health, systemic racism, and equity,” Anita Chandra, vice president and senior policy researcher at RAND Corporation, said. “We found that views around race and racism appear to be extremely entrenched. Moving forward, policies and actions that seek to address these issues must factor in where the public is and what needs to happen for these sentiments to evolve.”
As legislators around the country convene to tackle the pandemic and build their priorities for 2022, researchers say these findings must be top of mind as they work to make change. The good news is that of the same people surveyed about their views on race and health, most see the pandemic as a moment for positive change.

Changes people hope to see include:
• improving access to health care (25.3%),
• prioritizing science in policy decisions (11.7%),
• protecting our freedom (11.1%), and
• increasing flexibility in how we all work (10.9%), among others.

Legislative Inspiration
And legislators can often look in their own backyards for inspiration. There is so much work being done at the community level to undo the impacts of racism and rebuild a more equitable society that are worth recognizing and learning from.
For example, over the past few years, more than 200 cities, counties, and leaders declared racism a public health crisis. Researchers say that this is an important step that can lead to efforts for real, lasting change centered on equity. We are already seeing this play out in some settings, from statehouses to city halls, where health equity is driving policy decisions.
With more than two-thirds of respondents believing the pandemic presents a moment for positive change, researchers say that while there’s work to be done, there are also reasons to be hopeful. (StatePoint)