Por Oscar Zepeda
Hay una foto que circula en las redes sociales y medios de comunicación que nos hace odiar aún más a nuestro querido presidente Donald Trump, es la de un niño de escasos 5 años sufriendo dentro de una jaula de la patrulla fronteriza en la frontera con México.
Su rostro refleja el terror, lo vive al ser separado de sus padres, al no saber qué pasa y a dónde irá a parar, mientras su corazón está a punto de explotar al ver que se llevan a su mamá arrestada, con cadenas a los pies para que no huya, el menor llora sin poder ser consolado por esa mujer que lo vio nacer.
El menor no sabe que sus padres cometieron un delito, el de haber llegado a este país de manera ilegal con la única finalidad de trabajar para proveer un mejor techo y sustento a sus familias.
El niño termina separado de sus padres y puesto en una jaula como un animal, así como aquellos niños que fueron enjaulados por los nazis en la segunda guerra mundial, y donde muchos de ellos fueron asesinados.
Mientras tanto en la oficina oval, la vocera de la presidencia no haya como evadir y defender a su patrón, que si no sigue sus horrorosas instrucciones inhumanas, la despide, y ella, con tal de seguir en uno de los puestos más importantes del país, prefiere protegerlo que renunciar por dignidad, sin importarle en lo más mínimo la presunta protección que ofrece este país a los menores que reciben este tipo de trato y que a ojos del mundo, son abusados por el mismo gobierno de los Estados Unidos.
Hay niños perdidos, que el mismo gobierno ha perdido, que los han mandado con supuestos familiares para su cuidado temporal, que no llegan con éstos familiares y que a la fecha, no pueden reunirse con sus padres, sin duda, un trato que ni los animales reciben.
Familias que viven una película de terror que no termina gracias a las políticas racistas de Trump, como espero las próximas elecciones para seguir votando en su contra, y espero, que sus seguidores extremistas se den cuenta de las acciones inhumanas de un tipo rico al que no le interesa para nada ni conoce el término humanidad.
Ya me amargó la celebración del triunfo ante Alemania, aunque confiamos en que siga la buena racha de la selección mexicana este sábado 23 (fecha especial) cuando se mida a Corea del Sur al filo de las 10:00 horas tiempo central.
Hasta la próxima y que tenga un excelente fin de semana.