A pa’nombrecito
Una señora le pregunta a un niño:
-Oye niño, ¿cómo te llamas?
A lo que éste le contesta:
-Huuuyyy señora, ya ni sé.
-Pero, ¿por qué me dices eso niño?, dice la señora.
Y le dice:
-Pues verá, en mi casa mi papá me dice Francisco, mi mamá Pancho, mis hermanos Paco, y mis tíos Kiko, y cuando estornudo todos me dicen: ¡Jesús!, Así que ya ni sé ni cómo me llamo.
Mal alimentado
-Doctor, tengo un problema. Mi mujer me está engañando con otro hombre y no me crecen los cuernos.
El doctor estupefacto:
-¡Pero lo de cuernos es un decir! Realmente los cuernos no crecen.
-¡AY, qué alivio, doctor! Yo creía que me faltaba calcio…
Toro burócrata
Don Alejo tenía un TORO REPRODUCTOR, el mejor toro de la región. Ese toro era su único patrimonio.
Los ganaderos locales descubrieron que el toro era el mejor reproductor de la zona, comenzaron a ALQUILARLO para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce, salían los mejores terneros y el toro se convirtió en la única y principal fuente de ingresos del campesino.
Además el TORO era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansaría de engendrar.
Un día, los ganaderos se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más de don Alejo. Un representante fue y le dijo:
“Póngale precio a su toro que se lo vamos a comprar”, le dicen.
El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, pidió una cifra absurda para que fuera rechazada. Los ganaderos se quejaron con el Alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado con el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como PATRIMONIO MUNICIPAL y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.
El día de la inauguración de los servicios, los ganaderos trajeron sus vacas para que el toro las preñara. Le pusieron la primera, y nada.
“Debe ser la vaca – dijo uno – es muy flaca”.
Le trajeron una gran campeona holandesa, el toro la olfateó, y ¡¡nada!!
Le pasaron el rodeo entero, pero ¡¡el toro ni se inmutó!!