Sumamente complicado el regreso a clases

Por Oscar Zepeda
Sin duda alguna esta pandemia del coronavirus nos ha venido a hacer imposible la vida a todos y en todos los sentidos. Vivimos una época rara, todo se ve normal pero no podemos hacer lo que solíamos hacer, y los que tenemos hijos en la escuela lo sentimos más.
La pandemia no se puede parar aún, y conforme se acercan las fechas, los eventos se van suspendiendo o posponiendo, y seguimos confinados o limitados.
Entramos a julio y para empezar el mes, no habrá el tradicional desfile de independencia del 4 de julio, mucho menos fuegos artificiales en el cielo, y, por si fuera poco, ya hay alerta de poner tras las rejas a todo aquel que sea sorprendido exagerando en la quema de cohetes.
Y le sigue agosto, y las restricciones complican el regreso a clases para miles y miles de estudiantes, incluso, los maestros ya están poniendo el grito de alarma en el cielo porque pronostican un caos.
Así es, mis queridos tres o cuatro lectores, se imaginan cómo van a controlar a cientos de niños diariamente que aún no entienden la magnitud del problema de salud, pues a final de cuentas, son eso, son niños.
El estado requiere ciertas condiciones mínimas tanto para escuelas públicas como privadas para volver a la escuela como parte de la Fase 4.
Requiere que todos los niños usen el equipo de protección apropiado, incluyendo cubrebocas; prohíbe que se reúnan grupos de más de 50 estudiantes en un solo espacio o salón.
Requiere que haya distanciamiento social tanto como sea posible. Imagine a los maestros, personal administrativo corretear chamacos y estar diciéndoles todos los días y a cada rato que mantengan distancia, ya sé, es cosa de locos.
Esta Fase 4 requiere que las escuelas realicen una revisión de síntomas de temperatura, que haya personal certificado y que obvio, estén libres de síntomas antes de entrar a la escuela.
Y, por si fuera poco, que no quede un rincón de la escuela sin limpiar y desinfectar, y aprobado todo lo anterior dicho y expuesto, entonces sí, que inicien las clases.
¿Ya visualizó todo esto?, ya se imaginó cómo será un día “normal” de clases con los chicos con el cubrebocas por horas, y el maestro más preocupado por usar el antibacterial, el distanciamiento entre los alumnos, que no se quiten el cubrebocas, que poner atención en impartir la clase.
Y qué tal a la hora del refrigerio, de la comida, del gimnasio, de la clase de banda, no quiero ni pensarlo, pero la pregunta obligada, usted está dispuesto a dejar ir a sus hijos a la escuela sabiendo que todos los alumnos pueden haber estado expuestos a personas infectadas.
En fin, ahí se los dejo de tarea y cuídese mucho, así nos cuidamos todos.
Hasta la próxima y que tengan un excelente fin de semana.