Por Sandra Gomez – Maestría en Psicología

En un mes cumpliré cuatro años de estar contigo semana a semana. Este es uno de los artículos que publiqué en el 2015, y creo que es una buena oportunidad para tenerlo en cuenta, en estos momentos en que necesitamos mantener nuestra moral arriba.
La palabra depresión proviene del latín: Depressus, que significa: “abatido o derribado”. Es un Trastorno Emocional en el que hay un estado de abatimiento e infelicidad, que puede estar por corto tiempo o permanente.
Se manifiesta en niños, adolescentes y adultos de manera diferente. La depresión usualmente requiere medicamento y/o terapia.
Es necesario diferenciar la depresión de la tristeza. En ambas hay un sentimiento de abatimiento, pero las características, intensidad y tratamiento, son distintas.
La tristeza es una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, la alegría y la sorpresa. La alegría es la emoción contraria a la tristeza. Todas estas emociones son necesarias y son parte normal de la vida. La tristeza no necesita tratamiento y desparece después de un tiempo.
A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas, cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres.
La depresión se caracteriza por la pérdida de interés y placer, además de un sentimiento depresivo mínimo por 2 semanas. Este sentimiento está acompañado por algunas de las siguientes características: Perdida o incremento del sueño, fatiga o perdida de energía, sentimiento de no tener valor (baja valoración propia), disminución en la capacidad para pensar o concentrarse, aumento o pérdida de peso o pensamientos de muerte.
Estas características se presentan en los adolescentes, pero usualmente está remarcado el aislamiento (no querer estar con otras personas). El índice de suicidio en adolescentes por depresión es más alto de lo que imaginamos.
En los niños también se puede presentar depresión. Usualmente se manifiesta con aumento de agresividad y desinterés por actividades, como también, un significativo cambio en el sueño y apetito.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedad informa que en las escuelas es más alto el número de latinos que han intentado o han pensado en suicidarse, que los afroamericanos o los americanos.

¿Qué hacer?
-No preste tanta atención a las opiniones de los otros.
-Aprenda a ver y analizar las situaciones desde un punto de vista positivo.
-Aproveche los momentos de tristeza o depresión para pensar cómo esta su vida y establezca un plan de acción que le permita recobrar un buen estado de ánimo.
-Detenga rápidamente pensamientos y/o situaciones que sean depresivos.
-Cuando tenga recuerdos del pasado, deténgalos y cámbielos por pensamientos de su vida actual.
-Permítase sentir la tristeza, así se irá más rápido.
-Identifique que le disgusta.
-Identifique sus cualidades y defectos.
-Sea honesto con usted mismo.
-Establezca un proyecto de vida personal.
-Diariamente haga actividades que le hagan sentir que tiene control de su vida y que la disfruta.
-Si usted o alguien de su familia cree que tiene depresión, por favor acuda a un médico o consejero lo más pronto posible.
Les recomiendo escuchar una canción de Facundo Cabral que se titula: No estás deprimido, estás distraído.
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