Por Oscar Zepeda
El electorado mexicano votó en su mayoría por Andes Manuel López Obrador, candidato de MORENA a la presidencia de México, ahora, falta saber si en realidad el vecino país del sur se convertirá en socialista tipo Venezuela o si pretende una transformación que beneficie a los ciudadanos como tanto lo pregona el tabasqueño.
El 1 de diciembre entra en funciones y lo primero que dijo que hará es duplicar la ayuda económica que reciben los adultos mayores, la cual es una de sus promesas de campaña, según lo dio a conocer la noche posterior a su abrumador triunfo sobre sus oponentes de Acción Nacional, Revolucionario Institucional e Independiente.
Es un tema que deja muchas preguntas e incertidumbre, pues por un lado, sus seguidores confían en que traerá grandes beneficios y justicia social a los más necesitados, que fueron los que en su mayoría votaron por él.
Por el otro lado, un sector conservador, asegura que la nación azteca tendrá un enorme retroceso dado a las malas calificaciones y preparación del “Peje” quien no habla inglés y tiene, “aseguran”, claros nexos y acuerdos con la cúpula priista que comanda Carlos Salinas de Gortari, entre otros.
La verdad es que falta camino por recorrer, y mientras son peras o manzanas, mis queridos tres o cuatro lectores, no nos queda de otra que confiar en que las cosas irán por buen camino para nuestras familias en México.
Esperemos que la economía no decaiga, que no entregue el país, que no se ponga a las órdenes de Trump y que cumpla con sus promesas de ayudar a los paisanos que vivimos en Estados Unidos de los constantes atropellos de la actual administración republicana.
Mientras esto llega, que el Peje tome posesión, vamos a seguir viendo el proceso del mundial de Rusia, aunque ya sin tanta pasión al ver eliminados a México, Argentina, Portugal, España y Colombia, entre otros.
Donde por cierto y ya ni llorar es bueno, pero para los que ya estamos eliminados, nos vuelve a dejar ese amargo sabor de boca, y lo digo por los mexicanos específicamente, al no poder llegar más allá del cuarto partido. Vemos otra vez, mundial tras mundial, que no hay buenos jugadores y que sólo son estrellitas de Concacaf.
Hasta la próxima y que tenga un excelente fin de semana.