Por Oscar Zepeda
Cuando me di cuenta de la última noticia del concilio de Waukegan, me quedé sin palabras de cómo iniciar estas líneas, sentado, viendo el monitor y la página en blanco del documento en Word, pues mientras por un lado el Alcalde Sam Cunningham daba el ok a la propuesta de admitir dispensarios donde vendan mariguana para su uso recreacional en la ciudad, por el otro lado, se luchaba en Beacon Place para informar a padres sobre la póliza de promoción y retención de estudiantes.
Esto me lleva a una conclusión, cuál será el futuro de nuestros niños si en pocos años un estudiante de sexto año de primaria podrá tener acceso a la mariguana y a los casinos, de qué sirve educarlo, de inculcarle buenos modales, el amor a la educación, a la superación personal y ser un buen ciudadano si ya lo van a estar esperando, y de manera legal, las garras del vicio.
Observe a sus hijos, mírelos a los ojos, véalos como juegan, como estudian, como se divierten, y piense por un momento sobre su futuro, obvio que deseamos lo mejor, no verlos drogados y pegados a una máquina de juegos gastando el salario que estaba destinado para llevar alimento a la mesa de su familia.
Pero como dice el dicho: “A lo que te truje, chencha”, déjeme explicarle a grandes rasgos de la póliza de promoción y retención que promueve el Distrito Escolar 60 de Waukegan.
Pues no es más que un sistema para monitorear a los estudiantes de segundo, quinto, octavo, noveno y doceavo que tengan bajo rendimiento y que no puedan alcanzar el puntaje de 2.0 requerido para pasar de grado.
Pero se preguntarán, qué pasa con esto, pues resulta, mis queridos tres o cuatro lectores, que si el chamaco no da el kilo con el puntaje está obligado a ir a cursos remediales en el verano donde se encargarán de que logre los estándares requeridos.
En octubre pasado se hicieron los primeros reportes y se enviaron cartas a los padres para que sepan cómo van sus criaturas, además, cada cinco semas se darán reportes de aquellos que estén en riesgo de no pasar año, y si de plano las clases le entran por una oreja y le salen por la otra al chamaco, se le harán estudios para saber cuál es el problema o deficiencia que le impide avanzar, o sea, algo más personalizado.
Beacon Place fue el lugar donde se reunieron familias y se les explicó, con el apoyo de personal del distrito, el funcionamiento de dicha póliza, por lo que se recomienda urgentemente que lea las cartas que llegan en el correo o en las mochilas de los niños, si es que no quiere verse privado de sus lindas vacaciones veraniegas.
Siéntese un rato con sus hijos, dedíqueles minutos de calidad y si tiene que pedir permiso en su trabajo para ponerse al corriente con las calificaciones de su estudiante, pues vaya pidiéndolo, porque la cosa va en serio, pues la meta es mejorar el nivel educativo del distrito.
Hasta la próxima y que tenga un excelente fin de semana.