Por Manuel S. González Guerrero
Linares, MX.- Me gusta la ciudad de los vientos. Me gusta comer en algún restaurante de La Villita. Pero ese Chicago guarda sus sabores y olores muy mexicanos a la distancia.
¿Cómo les va?
Aquí estamos tratando de llegar a ustedes en las mágicas páginas del espacio de Óscar Zepeda, mismo que nos ha ofrecido.
Vamos a tratar de platicar un poco de los deportistas de allá siendo de acá. Al hablar de los deportistas que con sangre mexicana han triunfado allende el río Bravo. Ahí donde muchas historias se han escrito.
Cierto, sobresalen la de los profesionales, pero el trabajo que se da, arduo, en las Ligas de varias poblaciones de la Unión Americana habla de una lucha a cada día, de esperar el fin de semana para poder convivir, aunque un rato sea pueda ser rival y al final saludar.
La gran familia mexicana es grande en Estados Unidos. Y si le sumamos a los hermanos de Latinoamérica aquello es una verbena. Agradecemos a Óscar este aventón que nos ofrece para estar con ustedes y hablar de los logros que suelen en ocasiones perderse.
Pero eso sí, siempre tendremos guardado el aplauso para todos aquellos que puedan dar el salto y puedan representar una comunidad que se fortalece cada día, a base de trabajo.
Aquí no hay ‘chripipas’, aquí hay que jugar por jugar y divertirse por el deporte tras largas jornadas de trabajo. Nos da gusto ser parte de ustedes. Y sin dudar, ustedes deberán tener historias extraordinarias que podrían ser contadas, para conocer el esfuerzo.
Se aplaude al futbolista, al boxeador, al tenista… pero a veces olvidamos de dónde surgieron y quiénes les ayudaron para poder tener un lugar especial.
Hubo noches de sueños tras tarde de entrenamiento. Hubo mañanas de ilusión, mientras en casa preparaban el uniforme deportivo, es una gran cadena y todos merecen el aplauso.
En los triunfos hay muchos que se acercan, en la derrota son contados.
Pero lo que sí vale marcar es el esfuerzo por ser alguien. Al hacer un deporte ya llevas un punto como triunfador. El resultado no importa sino el querer ser.
Por ello, hablaremos de mexicoamericanos triunfadores, o de mexicanos que han sembrado orgullo entre los nuestros.
¿Me ayudan? Gracias mil y vamos a dejar que el balón ruede… que en el campo exista acción y que donde se tenga deporte pueda darse resultados por el trabajo y por el orgullo.