Por Oscar Zepeda
La situación nos hizo recordar el penal que le marcaron a México en el mundial de Brasil 2014 cuando Arjen Robben, de Holanda, se tiró un clavado impresionante que fácilmente convenció al silbante de marcar la falta al minuto 91 cuando todo iba 1-1 y se encaminaba a los tiempos extras, era la oportunidad de avanzar a cuartos para los aztecas.
El gol para los holandeses los llevó más lejos e impidió que México pudiera llegar a cuartos de final, pero eso es otra historia, la que ya muchos sabemos en qué termina para los nuestros en cada mundial donde se participa.
La noche lluviosa del domingo 26 de mayo de 2024 marca una huella impresionante para la comunidad azul, se repite la historia del 2013, otro 26 de mayo en la cancha del azteca, aunque a decir verdad, aquella noche también lluviosa, fue épica, cardíaca para ambos equipos, más porque las Águilas conseguían un gol en los últimos minutos por parte de su portero Moy Muñoz que los metía a los tiempos extras y, con 10 hombres.
Esa noche del 26 de mayo del 2013 se fueron a alargue y de ahí a lo que los cementeros de la Cruz Azul no querían llegar, a los tiros de penal, donde la suerte no los favoreció, cayeron derrotados y sus lágrimas se confundieron con la lluvia torrencial que azotaba al Azteca.
La noche del domingo pasado, la historia se repitió y vienen los recuerdos de Brasil, al minuto 78, el central marca una falta dentro del área grande, lo que para muchos fue un claro clavado de Henry Martin que no fue nunca tocado por el defensor celeste y que ameritaba tarjeta amarilla.
Luego de varios minutos de incertidumbre y reclamos de los visitantes, el silbante Marco Antonio Ortiz Nava “El Gato”, consulta con el VAR, va a la pantalla, para regresar señalando la pena máxima que convierte categóricamente el delantero americanista.
América resulta campeón minutos después, consigue el bicampeonato, mientras que para la Máquina, todo fue gris, lágrimas y sufrimiento, para esa afición que no dejó de apoyar un solo minuto, incluso se pudo escuchar el “ole” en sus jugadas.
Aunque por otro lado hay que destacar la gran actuación de Malagón que impidió en más de una ocasión el grito de gol del Cruz Azul, lo que hizo más frustrante la noche en la capital mexicana.
En fin, la polémica queda ahí junto con los sentimientos encontrados de una final que favoreció al equipo de Coapa, y mientras son peras o manzanas, la pelota volverá a rodar y todos seguiremos amando este bello deporte.
Hasta la próxima y que tengan un excelente fin de semana.