Ofrece beneficios potenciales en la carretera y mejoran la experiencia de conducción.
Por PF Staff
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Las actualizaciones inalámbricas, que son actualizaciones enviadas de forma remota a la tecnología de un vehículo, ofrecen beneficios potenciales a todos en la carretera y mejoran la experiencia de conducción. Sin embargo, un nuevo estudio revela que, en muchos casos, estas actualizaciones deberían ir acompañadas de educación del consumidor.
Una investigación oportuna del Centro Colaborativo de Investigación de Seguridad (CSRC) de Toyota y la Universidad de Iowa destaca que los conductores no siempre están seguros de lo que implica el nuevo software automotriz o de cómo usarlo.
“Nuestro objetivo es respaldar la integración de la última tecnología automotriz para que los conductores aprovechen todos los beneficios de estas actualizaciones. A medida que continuamos desarrollando nuevos sistemas de seguridad para vehículos, o simplemente mejorando los que ya tenemos, la educación del consumidor puede ayudar a generar confianza, aceptación y uso”, dice John Lenneman, Ph.D, científico investigador principal senior de Toyota North America, CSRC.
Esta investigación fundamental incluyó dos estudios de simuladores de conducción en la Universidad de Iowa, en los que se evaluó la comprensión de las actualizaciones inalámbricas sin educación del consumidor y se midió el beneficio de incluir la educación del consumidor. El proyecto también desarrolló una herramienta para que los diseñadores midan el cambio en un sistema después de una actualización.
Uno de los objetivos principales del CSRC es compartir su investigación, con la esperanza de que la industria automotriz pueda beneficiarse de los hallazgos de sus avances en seguridad. Es por eso que el equipo de investigación está entusiasmado de que el estudio ya esté teniendo un impacto en el diseño del sistema y los materiales educativos, ayudando a los diseñadores a identificar cuándo y cómo se debe incorporar la educación del consumidor en las actualizaciones. Por ejemplo, la investigación encontró que para las actualizaciones que no requieren interacción por parte del conductor, como el frenado automático de emergencia, la educación no es necesariamente necesaria, mientras que para otras actualizaciones, el conductor puede necesitar una descripción de lo que hace el sistema, o incluso una comprensión de cuál es su responsabilidad al utilizar la tecnología.
Puede encontrar más información sobre el trabajo del Centro de Investigación Colaborativa de Toyota visitando amrd.toyota.com. Las actualizaciones automotrices inalámbricas, cuando se combinan con una educación adecuada del consumidor, tienen el potencial de hacer que las carreteras sean más seguras para todos.
Understanding Your Car’s Evolving Technology
Over-the-air updates, which are remotely delivered updates to a vehicle’s technology, offer potential benefits to everybody on the road and improve the driving experience. Yet a new study reveals that in many cases, these updates should be accompanied by consumer education.
Timely research from Toyota’s Collaborative Safety Research Center (CSRC) and the University of Iowa highlights that drivers are not always sure what new automotive software entails or how to use it.
“Our goal is to support the integration of the latest automotive tech so that drivers reap the full benefits of these updates. As we continue to develop new vehicle safety systems, or simply improve the ones we already have, consumer education may help build trust, acceptance and use,” says John Lenneman, Ph.D, senior principal research scientist, Toyota North America, CSRC.
This seminal research included two driving simulator studies at the University of Iowa, assessing the understanding of over-the-air updates without consumer education, and measuring the benefit of including consumer education. The project also developed a tool for designers to measure the change in a system following an update.
One of CSRC’s primary aims is to share its research, with the hope that the automotive industry can benefit from the findings of its safety advances. That’s why the research team is excited that the study is already having an impact on system design and educational materials, helping designers identify when and how consumer education should be incorporated into updates. For example, the research found that for updates that don’t require interactions from the driver, such as automatic emergency braking, education is not necessarily needed, whereas for other updates, the driver may need a description of what the system does, or even an understanding of what their responsibility is when using the technology.
More information about the work of the Toyota Collaborative Research Center can be found by visiting amrd.toyota.com. Over-the-air automotive updates, when combined with proper consumer education, have the potential to make roads safer for everybody. (StatePoint)